jueves, 17 de junio de 2010

Me dices que yo...

"Dices que yo
no tengo casi nada en la cabeza.
Me miras, me juzgas, me condenas
¿qué importa mi opinión?


Dices que yo
no he combatido en un millón de guerras,
que me da igual la voz de la experiencia.
Dices que yo, me dices que yo...


Dices que sólo soy una veleta
la que el tiempo se lleva sin querer.
Dices que sólo soy una cometa
que se eleva y que un día va a caer.


Dices que yo
a veces te resulto incomprensible,
mitad vulgar, mitad un ser sensible.

Dices que yo
escribo sólamente tonterías,
el blues de una generación perdida.
Dices que yo... me dices que yo...


(...)

Si yo pudiera me llevaría la tristeza
de tu cabeza, de tu cabeza...
Dices que me pierdo a cada instante,
que el futuro está en el aire y mi vida va al revés.

Ya sé que siempre dices lo que piensas,
por eso siempre escucharé aunque me duela."

(Amaral - "El blues de la generación perdida").
Es curiosa la forma en que me suena por dentro una y otra vez la dichosa frase "dices que yo, escribo sólamente tonterías, el blues de una generación perdida", curiosa porque me hace ver que realmente escribo una parte de la historia de mi vida y que, si alguien sigue leyendo esto con alguna periodicidad deberá suponer que el final de ésta no era el soñado por mí en aquel tiempo... la verdad es que no.


Me gusta mucho esta canción y, como casi siempre, tampoco había puesto la atención necesaria en la letra hasta hoy, donde he descubierto todo lo que dice acerca de aquellos días, semanas o meses... quizás creías que yo no tenía nada en la cabeza, pues siempre te pareció algo "poco serio" y algo más como un capricho tonto mío el hecho de estar enamorado, así me lo hacías saber... y lo hacías porque decías siempre lo que pensabas, y yo siempre estaba dispuesto a oir cualquier cosa de ti, todo lo que necesitaras decir, por mucho que terminara doliéndome la realidad o lo que se te pasara por la cabeza en un momento dado... cualquier cosa que te preocupara también me preocupaba a mí. Y todo esto me hacía "mitad vulgar, mitad sensible", porque al final siempre tenía las de perder yo, porque, a fin de cuentas, era quien tenía que callar a un corazón cuando más quería gritar, porque era yo quien sufría por los dos y quería hacerlo, porque era yo el único que pensaba en dos o, incluso, en alguien que no era yo mismo, porque estaba enamorado... porque el amor nos vuelve así a veces.


Y, sí, terminé siendo esa cometa que aún atada a una cuerda que impedía que pudiera volar por sí misma, intentaba volar sabiendo que caería una y otra vez y que soñaba mientras caía cómo volvería a levantar el vuelo para luchar por sus sueños. Por eso mismo me perdía a cada instante, por eso mismo mi futuro y mi presente por aquel entonces estaban en el aire y mi vida del revés, porque hice algo que para alguien como yo es impensable, porque me fui a vivir fuera para poder sentirte cerca, para poder ayudarte y no perder esa sensación de ser alguien importante en tu vida, porque empecé a estudiar algo que terminó convirtiéndose en una pequeña condena a pagar por haber cometido semejante estupidez por amor... por darlo todo por un sueño que nadie más veía y que todos me decían que era una equivocación... quizás por eso mismo aquella cometa terminó estrellándose contra un árbol mientras caía...


Nos situamos ahora por el pasado 19 de noviembre, cuando a las 9:00 de la mañana recibo un sms tuyo donde me dices que la noche anterior estuviste en el piso de una amiga común que tenemos (aquella que siempre me decía que te veía como su hermanita pequeña), me dices que estuvieron diciéndonte ella y otra amiga que "pobrecito yo", que por qué has sido así conmigo sabiendo que estaba enamorado de ti y que no deberías hablarme... me dices que pasas de esto, que vale que sigamos siendo amigos pero en la calle lo mínimo y que pasas de historias... y terminas diciéndome en otro que no me volverás a hablar si les digo algo a ellas.

Es curioso, pero sólo te puedo responder que hagas lo que creas que tienes que hacer, que si crees que tienes que pasar de mí pues que lo hagas, que si "por la calle lo mínimo", también; que "pases de historias"... que quizás he sido demasiado egoísta y borde contigo mientras tú eras la incomprendida por todos. Te digo una vez más que cada cosa que hice en este tiempo fue pensando en ti y que por eso no tengo nada que echarte en cara pues, seguramente, lo volvería a hacer. Te pido que vuelvas a leer lo que me has mandado a ver si te parece muy normal y que no dejes de hacer nada que quieras hoy. En los siguientes sólo te digo que siento haberme convertido en un problema para ti cuando siempre quise ser lo contrario y que, tal vez, el problema fuera que tú nunca creiste lo que te decía ni que me comprendiste o, tal vez, que nunca quisiste hacerlo. Que quites de tu vida cada cosa que te hace sentir menos feliz y que, si yo soy una de esas cosas, que hagas lo que creas que tienes que hacer pues no sería la primera vez que dejaras de hablarme. Sólo te digo al final que no estás sola en esto... de repente no me respondes más a estas cosas y me envías otro sms preguntándome por una botella de una compañera de piso tuya que está en el mío, que si habrá alguien allí para ir a recogerla, te digo que ya se la bebieron ellos y luego nos llamas ladrones en plan coña... es curioso, la verdad es que sí, de repente todo el dramatismo de una situación que me hace temblar durante la mañana de clase y que no pueda aguantar alli mientras tú tienes esa capacidad para desconectar rápidamente y hablar de coña como si nada cuando hacía unos minutos decías que no deberías hablarme... por suerte o por desgracia, yo nunca tuve esa habilidad para cambiar de ánimo tan rápidamente, mis caídas siempre duraban demasiado.

Desde entonces todo parece volver a una calma que tampoco puedo saber muy bien cuánto durará, la historia de casi siempre, pues no existe nunca una solición diplomática a todo esto como siempre digo, y el "olvido" o dejar a un lado por un tiempo como si nada todo esto tampoco era ninguna solución...

Así que, con la aparente normalidad de siempre, seguimos adelante.El lunes, cuando llego a la facultad, te mando un sms contándote cosas y, de camino por saber de ti y todo como si nada, todo volvía a ser normal, aunque intento ya desde aquel momento dejar de aparecer tanto, tal vez sea mejor así para los dos. Me acuerdo mucho por aquel entonces de cuando leía la saga Crepúsculo (lo siento, me gustan las cosas estas) y lo mucho que me recordaba en ocasiones a nosotros. Ahora, concretamente, me acordaba al momento en que Eduard decide irse con su familia en "Eclipse" y, para ello le dice a Bella que no está enamorado de ella. La frase que cojo de ese momento y que la hago mía de estado es "-Te haré una promesa a cambio - dijo". Es cuando Eduard promente desaparecer completamente de la vida de Bella, como si "jamás hubiese exisitido" a cambio de que ella le prometa seguir adelante, cuidarse e intentar volver a ser feliz.

Sí, quizás sea una tontería más o la mayor que haya dicho en casi un año escribiendo aquí pero bueno, me gustan esas tonterías, me gustaba pensar en que el amor de las películas existía, que los finales tristes era una posibilidad remota cuando lo dabas todo y creías de verdad... en fin, todas esas cosas...

De todas formas, no pierdo el contacto contigo, no puedo hacerlo y sí te mando un mensaje de vez en cuando para saber de ti. El mismo jueves me dices que estás por donde yo vivo en pijama porque habéis estado en el piso de unos amigos y me preguntas que dónde estoy. Cuando voy saliendo con mis amigos te veo a lo lejos pero hago como si no lo hubiera hecho esperando que tú tampoco me veas. Luego te digo que ando por ahi con mis amigos. Luego, ya bastante tarde me das un toque y te respondo. Luego veo que me llamas pero no lo cojo aunque me quedo muy intranquilo pensando que podría pasarte algo. Lo mismo pasa al día siguiente, que lo cojo y sale una mujer hablando que no eres tú, por supuesto, por lo que creo que es algún contestador o algo... pero cuando te pregunto al verte por el tuenti tu respuesta sólo es "no haberlo cogído".

De ahí en adelante ya no tenemos el mismo contacto para nada, prefiero no aparecer por el msn o por el tuenti aunque, a veces, sí te pregunto o te mando algo también por móvil para saber de ti, un viernes incluso, que fui a la ciudad con un amigo común, te pregunto si tienes cómo volver para el pueblo, pero me dices que estás en clase y que ya tienes cómo volver. Se hace demasiado difícil el intentar alejarse de alguien de quién estás enamorado y por quien sientes tantas cosas, intento repetirme a lo largo de todos y cada uno de los días que pasan que es mejor así para ti y, posiblemente, también llegará a serlo para mí con el tiempo. Incluso, tengo que aguantar como si fuera un chiste que alguna amiga me diga que la canción "Dime si te vas con él" es mi canción, y me tiene que sonar una y otra vez en la cabeza mientras echo la vista atrás y pienso en si no he sido sólo un entretenimiento o un bufón más que un amigo...

El día 1 de diciembre me mandas un mensaje diciéndome que me notas diferente desde aquel día que me contaste que estuviste en el piso de nuestra amiga, que no aparezco mucho por el msn o que nunca estoy disponible y todo eso. Me dices que no sabes si será mejor así pero que me echas de menos... yo te intento explicar que intenté durante estos días distanciarme un poco y, aunque no fuese algo que me hiciera especial ilusión creía que sería mejor así, que ya intenté hacerlo hacía un año (cuando estabas con tu ex y me di cuenta de que me hacía más mal que bien todo esto de seguir enamorado de ti sin esperanza y en silencio). Que me da miedo incluso la idea porque una vez me deciste que en aquel tiempo me llegaste a olvidar... y me mata la idea de que puedas olvidarte de mí como si nada, porque te quiero y esa es la razón por la que hago también todo esto. Me respondes que no recuerdas haberme dicho eso nunca, pero yo sí lo recuerdo, como cada cosa que me has dicho pensando o sin pensar, sabiendo o no que podría hacerme daño... en cualquier caso no nos decimos mucho más aparte de eso, seguramente sentías también esa "curiosidad" de saber que eran cosas tuyas el que hubiésemos perdido el contacto en las últimas dos o tres semanas...

¿qué importa mi opinión? ¿qué importa la razón? tal vez eso no te importara demasiado porque ahora ya sabías que era yo quien había dejado algo el contacto y no tú, había sido el que decía estar enamorado de ti y no la persona que intentabas explicarle a los demás que era la víctima de una situación donde no existían buenos ni malos por mucho que quisieras verte en medio de este tipo de cosas. Tal vez ahora dejabas de ocupar ese papel que tanto miedo te daba que te asignara la gente que conocía el hecho de que yo estuviera enamorado de ti, y yo ya no era el pobre enamorado sino que, ahora, podrías pensar en que yo "pasaba de ti" por algún tipo de despecho o de orgullo. Tal vez necesitabas pensar que había algún tipo de verdad en eso para tomar algún tipo de decisión que ya habías tomado...